Siete y diecisiete, mi despertador biológico decide que no debo dormir más. Poco a poco voy acumulando sueño ya que me duermo más tarde y me despierto a las siete y diecisiete, el siete en la cultura cristiana esta considerado un número perfecto, y el diecisiete en la cultura romana representado numéricamente se escribe XVII, que es un anagrama de VIXI, que significa "he vivido"o en otras palabras la muerte se ha llevado la vida. Todo esto no tendría sentido y no lo tiene si no os cuento el sueño que he tenido.
Anoche tras acabar de intentar estudiar y desanimado, procedí a descansar mi cuerpo sobre el lecho blando de mi habitación, mas no hallé el momento exacto en el que mi subconsciente se adentraba en el mundo onírico. Aún recuerdo cuando nos preguntábamos que habíamos soñado cada uno. Tu me decías los tuyos y yo los míos, y lo echo de menos. Pues bien anoche soñé contigo, tu piel clara y suave, los abrazos que si me preguntasen si te los daría ahora estaría clara la respuesta, tus labios... para mi una de las siete maravillas..
!Mierda¡ siete... tus sonrisas tímidas, tus miradas para que me sintiese observado, tus parpadeos, esos oscuros y misteriosos ojos..
¿Por qué aún con el paso del tiempo sigues siendo la musa de la mayoría de mis sueños? No es el mejor de mis momentos y solo una persona lo sabe, pero dime ¿Qué tal lo llevas? Te veo feliz y seguro que es uno de tus mejores momentos. Y eso me hace verdaderamente feliz..
Bueno.. prosiguiendo mi sueño, en la despedida te notaba triste, y nuestros brazos se estaban separando..No tenia otra manera de contarte todo esto y me acordé de que solías leer mis entradas... El sueño ha sido perfecto, pero su muerte ha sido peor...
Las siete y diecisiete en mi cabeza me arrastraban al mundo de los vivos, para volverme al presente del que no deseo estar, el perfecto sueño.... y el más oscuro despertar...
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