lunes, 20 de mayo de 2013

Segunda parte

      Como si de una hoja de papel se tratase, su cuerpo fue movido y golpeado por una sensación inexplicable. Cuando se levantó se dio cuenta de que no se encontraba en la cueva, y que su ropa no era la de antes.Se encontraba en la orilla de la playa, su pelo y el recuerdo salado en sus labios delataban que se había dado un pequeño chapuzón en aquellas cristalinas aguas.

        El instinto de supervivencia le hizo reaccionar sobre donde se hallaba en ese momento, y como si de un golpe se tratara, el dolor de cabeza comenzó de nuevo. Tras media hora tumbado en la arena sin saber qué hacer, decidió aventurarse a buscar alguna posible población cercana con la esperanza de poder entablar algún tipo de relación No volvería a bajar a guardia como muchas otras veces le había ocurrido, era algo que se prometió hace tiempo y por ahora se sentía un cobarde solitario.

        No tardó mucho en encontrar la pequeña localidad que más adelante marcaría un antes y un después en su pequeño relato. La ciudad no tenia nada en especial, las madres regañaban a sus hijos que correteaban por la calle cuando algún coche poco común por la época pasaba haciendo rugir su motor. Padres que iban a la taberna mas cercana al salir del trabajo y un pueblo retirado de las grandes núcleos de población. Un pueblo que como él sabía le marcaría...

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