<< El traqueteo del vagón me devuelve a la realidad y me despierta de mi trance mientras me pregunto cuanto de realidad tendrían aquellos pensamientos que en sueños, me han inundado el subconsciente. Observo a través del cristal y contemplo todos los elementos que, junto con el paisaje, se van quedando atrás a la par que sonrío con un tinte melancólico hacia mis adentros.
Lentamente, voy girando la cabeza hasta toparme con esos ojos que tanto me fascinan, posesión de la persona que provocó que olvidase cual era mi estación y que me fuese indiferente el destino del tren en el cual me encuentro. Como otras tantas veces, me pierdo en su mirada, una sonrisa se me dibuja en el rostro y de mis labios se escapa un susurro que contiene un "te quiero". >>
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